«La gente que sabe entender reconoce que mis palabras son justas y verdaderas. No busquen las riquezas, mejor busquen mis enseñanzas y adquieran mis conocimientos, pues son más valiosos que el oro y la plata. ¡Los más ricos tesoros no se comparan conmigo! Proverbios 8.9-11, TLA

lunes, 2 de junio de 2014

DIA 196 - Lamentaciones 3:1-33

Tercer lamento acróstico[a]

El profeta

3 Yo soy el que ha sufrido
el duro castigo de Dios.

2 Él me forzó a caminar
por los caminos más oscuros;

3 no hay un solo momento
en que no me castigue.

4-6 Oscura tumba es mi vida;
¡es como si ya estuviera muerto!
Dios me rodeó por completo
de la miseria más terrible.
Me dejó sin fuerzas;
¡no tengo un solo hueso sano!

7-9
Se niega Dios a escucharme,
aunque siempre le pido ayuda.
A cada paso me pone tropiezos
y me hace perder el camino.
Me tiene preso y encadenado.
¡No puedo escaparme de él!

10-12
Objeto soy de sus ataques;
¡soy el blanco de sus flechas!
Como animal feroz me vigila,
esperando el momento de atacarme.
¡Me obliga a apartarme del camino
para que no pueda defenderme!

13-15
Ya me partió el corazón
con sus terribles flechas.
Dios ha llenado mi vida
de tristeza y amargura.
Todo el día y a todas horas,
la gente se burla de mí.

16
Estoy completamente derrotado,
porque Dios me hizo caer.

17
Ya no tengo tranquilidad;
la felicidad es sólo un recuerdo.

18
Me parece que de Dios
ya no puedo esperar nada.

19
Los más tristes recuerdos
me llenan de amargura.

20
Siempre los tengo presentes,
y eso me quita el ánimo.

21
Pero también me acuerdo
de algo que me da esperanza:

22
Sé que no hemos sido destruidos
porque Dios nos tiene compasión.

23
Sé que cada mañana se renuevan
su gran amor y su fidelidad.

24
Por eso digo que en él confío;
¡Dios es todo para mí!

25
Invito a todos a confiar en Dios
porque él es bondadoso.

26
Es bueno esperar con paciencia
que Dios venga a salvarnos,

27
y aprender desde nuestra juventud
que debemos soportar el sufrimiento.

28
Es conveniente callar
cuando Dios así lo ordena.

29-30
Y olvidar la venganza
cuando alguien nos golpea.
Debemos esperar con paciencia
que Dios venga a ayudarnos.

31
Realmente Dios nos ha rechazado,
pero no lo hará para siempre.

32-33
Nos hace sufrir y nos aflige,
pero no porque le guste hacerlo.
Nos hiere, pero nos tiene compasión,
porque su amor es muy grande.

Footnotes:
a.Lamentaciones 3:1 Acróstico: Véase nota en 1.1.

Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi Ping en TotalPing.com