«La gente que sabe entender reconoce que mis palabras son justas y verdaderas. No busquen las riquezas, mejor busquen mis enseñanzas y adquieran mis conocimientos, pues son más valiosos que el oro y la plata. ¡Los más ricos tesoros no se comparan conmigo! Proverbios 8.9-11, TLA

miércoles, 20 de noviembre de 2013

DIA 12 Marcos 6:30-56

Jesús da de comer a mucha gente

30 Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. 31 Pero eran tantos los que iban y venían, que ni tiempo tenían para comer. Entonces Jesús les dijo: «Vengan, vamos a un lugar tranquilo para descansar a solas.»

32 Y él y los apóstoles se fueron en una barca a un lugar apartado. 33 Pero la gente que los vio partir adivinó hacia dónde iban. Así, la gente de todos los pueblos cercanos se fue a ese lugar, y llegó antes que Jesús y sus discípulos.

34 Cuando Jesús bajó de la barca, vio la gran cantidad de gente que se había reunido y les tuvo compasión, porque parecían ovejas sin pastor. Entonces empezó a enseñarles muchas cosas.
35 Por la tarde, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron:
—Este lugar está muy solitario, y ya se está haciendo tarde. 36 Despide a la gente, para que vaya a buscar comida por los campos y los pueblos cercanos.

37 Jesús les dijo:

—Denles ustedes de comer.

Ellos respondieron:
—No podemos comprar pan para tanta gente. ¡Para eso nos hace falta el salario de todo un año!

38 Jesús les dijo:
—Vayan a ver cuántos panes tienen ustedes.

Ellos fueron, y al rato regresaron diciendo:
—Tenemos cinco panes y dos pescados.

39 Entonces Jesús ordenó que todos se sentaran en grupos sobre el pasto verde. 40 La gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. 41 Luego Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al cielo y dio gracias a Dios. Después partió los panes, y los dio a los discípulos para que los repartieran entre toda la gente; lo mismo hizo con los dos pescados.

42 Todos comieron hasta quedar satisfechos. 43 Luego los discípulos llenaron doce canastas con los pedazos de pan y de pescado que habían sobrado. 44 ¡Y fueron más de cinco mil hombres los que comieron de aquellos panes y pescados!


Jesús camina sobre el agua

45 Después Jesús ordenó a sus discípulos que subieran a la barca y cruzaran el lago en dirección al pueblo de Betsaida, pero él se quedó en la orilla para despedir a toda la gente. 46 Luego de despedirla, se fue a un cerro a orar.

47 Cuando llegó la noche, la barca ya estaba en medio del lago, pero Jesús aún permanecía en tierra. 48 Desde allí pudo ver que los discípulos remaban con mucha dificultad, pues navegaban contra el viento. Poco antes del amanecer, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando ya estaba cerca, hizo como que pasaría de largo. 49 Al verlo caminar sobre el agua, los discípulos creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar. 50 Estaban muy asustados, pero enseguida Jesús les dijo: «Tranquilos, no tengan miedo. Soy yo.»

51 Entonces Jesús se subió a la barca, y el viento se calmó. Los discípulos estaban muy asombrados. 52 Tenían la mente cerrada, pues no habían entendido el verdadero significado del milagro de los panes.

Jesús en Genesaret

53 Después de cruzar el lago, llegaron al pueblo de Genesaret y ataron la barca en la orilla. 54 Tan pronto salieron, la gente reconoció a Jesús y 55 corrió por toda aquella región para llevarle enfermos. Cuando oían que Jesús estaba en un lugar, ponían a los enfermos en camillas y los llevaban ante él. 56 A dondequiera que iba Jesús, ya fuera por aldeas, pueblos o campos, la gente ponía a los enfermos en las calles. Y cuando él pasaba, le rogaban que dejara que los enfermos tocaran, por lo menos, el borde de su ropa. Y todos los que lo tocaban quedaban sanos.

Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi Ping en TotalPing.com